Héctor Lagoria: “El público es un espejo de lo que transmitimos como artistas”

Oriundo de la ciudad de Lules, convive con la música desde hace 20 años. Canta-autor “de estilo con fusión abierta a la interpretación del espectador; me gusta saber que le prestan el oído a mis creaciones y que cuando la bailan le ponen su propia idea”, dijo Héctor Lagoria en relación a su convivir con la música.

El trajín de la vida lo llevó a una relación discontinua con la música. Pero convencido de que un músico sin música “es un ser sin alma y una piedra olvidada”, desde hace cinco años está a pleno con ella. “La música que hago es una base folklórica pero sin la estructura de lo que estamos acostumbrados a escuchar.  Algunos temas tiene ritmos folklóricos, por ejemplo de Chacarera, pero no la estructura”, explicó.

Su hoja de ruta señala la grabación de algunos otros géneros como el pop y rock, no como solista, sino inmerso en grupos musicales. COMMA le pidió que defina a su público receptor y dijo que quien escucha su música tiene ganas de escuchar cosas nuevas, “tiene además expectativas y buenas energías… por ahí al principio curiosidad de saber qué es lo hago con una guitarra y una banda de amigos. A quien escucha mis canciones los admiro más de lo que quizás puedan admirar ellos lo que yo hago”, sostuvo.

Para el, hacer un disco significa vivir dividido entre los sacrificios y los deseos musicales. “Mis tiempos están desdoblado al máximo, porque tengo otras cosas que hacer, otras actividades laborales y familiares que hacen que no pueda estar de lleno en el estudio . Pero en la vida todo es sacrificio. Cómodo no se llega lejos y no se le da  mucho valor a lo que se hace”, reflexionó. Pero emocionado por los tiempos que vive mencionó que dentro de poco saldrá a la luz su primer disco como solista. “Ya casi está terminado, he trabajado con un amigo productor, Matías Lagoria de la Clavija, Home Studio, se encuentra en Tafí Viejo”.

Sus sueños no son ambiciosos, o quizás si para un artista que siempre hizo hincapié en el valor del músico con experiencia y de los cuales aprende día a día. “En un futuro quiero tener unos buenos discos de mi autoría para poder elegir algún domingo cual escuchar mientras comparto con gente amiga”, postuló. Y agregó sobre la importancia de respetar al músico, más allá de la música, “en estos tiempos algunos músicos no pueden entender que el diablo sabe más por viejo que por diablo. Muchos  no saben el sacrificio que se pasa cuando no naces con una computadora, una guitarra y un amplificador a mano. Hoy la tecnología les dio a muchos la facilidad y lamentablemente por ahí son medio irrespetuosos con los viejos como yo, que para ensayar juntábamos monedas y alquilábamos una potencia, un parlante y un micrófono. Trasladándonos unos diez kilómetros en el caño de la bicicleta entre dos para que no se nos caiga”, recordó. 

Siempre sintió respeto y admiración por la música que deja un mensaje. Lo mismo siente por el público a quien lo ve “como un espejo de lo que transmites con la música, eso me genera responsabilidad de lo que hago, no les puedo fallar si se toman el trabajo de llegar a escucharme”.

“El tiempo es sabio y las cosas llegan cuando tienen que llegar, y lo hacen positivamente”, piensa. Desde ese postulado está trabajando en la difusión de un simple llamado “Renacer”, una canción profunda y sentida, que tiene que ver con sus afectos familiares. “Representa a una persona amada que me enseñó valores junto a mis padres: mi abuela”.

“Renacer es ella. Es para ella”, exclamó. COMMA pensó en pedirle que defina o describa a su abuela, pero no hizo falta, solo bastó con escuchar la letra de Renacer para encontrarse con ella, y en ella la historia de Héctor Lagoria. “El changuito cañero”, dijo su abuela.

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