Anhedonia, causas y síntomas

El término de anhedonia se emplea con frecuencia en psicología, ya que es un síntoma muy destacado en muchas de las afecciones mentales. Las personas que sufren anhedonia se caracterizan por una excesiva y constante incapacidad para sentir placer.

Buscar el contexto en el que aparece la anhedonia es fundamental, ya que hay etapas de la vida en donde es normal no sentir placer o ganas por nada, por ejemplo, cuando se ha muerto un ser querido. En ciertas circunstancias, es bueno aceptar que podemos estar atravesando una fase de anhedonia coherente con lo que estamos viviendo y que no podemos esperar cambiar, es de por sí terapéutico.

Esto tiene que ver con lo que en psicología se denomina “forzar lo espontáneo”, que es una de las primeras soluciones que la persona intenta para resolver síntomas como la anhedonia. Si algo no me genera placer como antes, voy a intentar “forzarme” a que me lo dé.  Sin embargo, experimentar placer es algo espontáneo y forzarlo puede llevarnos a sentir fracaso, si no lo logramos; pasamos a tener dos problemas en vez de uno.

Hombre forzando sonrisa con la mano

Lo que debes saber…

  • Es un tipo de bloqueo que impide reconocer estímulos positivos que crean placer, lo que suele llevar a una pérdida de interés hacia actividades y aspectos habituales de la vida cotidiana.
  • La anhedonia no es un síndrome, una enfermedad o un trastorno psiquiátrico, sino un síntoma, y como tal, normalmente forma parte de un cuadro más global.
  • La anhedonia está muy relacionada con el sentimiento de vacío. Analizar qué hay detrás de ese sentimiento y con qué está conectado puede ser decisivo.

La anhedonia se define como la incapacidad para experimentar placer. Es un tipo de bloqueo que impide reconocer estímulos positivos que crean placer, lo que conlleva habitualmente una pérdida de interés hacia actividades y aspectos habituales de la vida cotidiana.

A nivel fisiológico implica una alteración del sistema de recompensa del cerebro, concretamente en el sistema límbico. La principal responsable sería la dopamina, una sustancia química de nuestro sistema nervioso relacionada con el placer.

Para poder enfocar el tratamiento de la anhedonia, es fundamental analizar a qué cuadro psicológico pertenece. No se abordará igual la anhedonia producida por una depresión que la producida por una esquizofrenia. 

Cada problemática específica necesita estrategias psicoterapéuticas diferentes, a pesar de que el síntoma de la anhedonia sea el mismo. Tampoco se tratará igual si es algo aislado y puntual o si pertenece a un trastorno más amplio.

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