Campaña `Más Luces, Menos Ruidos´: “falta conseguir más empatía de la gente”

“El problema es que tu no entiendes como los sonidos nos afectan. No es el hecho de que el ruido nos de nervios. Tiene más que ver con el temor de que si seguimos escuchando perdemos todo el sentido de donde estamos. En esos momentos, sentimos como que el suelo tiembla, como si todo los que nos rodea viene hacia nosotros y eso es muy aterrador. Así que para nosotros taparnos las orejas es una manera de proteger y recuperar nuestra conciencia de donde estamos”, supo decir un niño que tiene autismo Naoki Higashida, en su libro “La razón por la que salto”.

Un grupo de cinco mamás con hijos que padecen autismo, intenta desde hace años concientizar sobre la importancia de no tirar pirotécnica con decibeles altos durante las fiestas de fin de año. Este año, con el acompañamiento del Estado Municipal la campaña  “Más Luces, Menos Ruidos”, se hizo más efectiva pero “aún falta un poco más”, dijeron a COMMA” las mamás pertenecientes a la agrupación Azulcea (Azúl, Condición del Espectro Autista).

“Si bien en Navidad se sintió menos ruidos que el 31 a diferencia del año pasado, aún falta lograr más. Lamentablemente sentí ruidos por arriba de los 70 decibeles. Hay zonas que hubo más ruido que otros lugares. Pero aun así se sintió menos que al año pasado”, dijo Verónica  Pérez, mamá miembro del grupo.

La misma apreciación tiene Silvia Lezcano, otra mamá integrante del grupo Azulcea, “se notó que tiraron menos que otros años, pero esperamos que a medida que sigamos concientizando sobre esta problemática y haciendo más campañas, la gente tome más conciencia”.

Para Verónica continúa faltando controles y por sobre todo empatía de las personas, “la gente ya sabe qué produce los ruidos en los niños con autismo. En las redes sociales hemos recibido mensajes que decían que todos tenían derecho a divertirse y que no por un niño autista las otras personas no tienen derecho a divertirse”. Tengo fe que el próximo año la gente tome más conciencia y haya más controles.

“Muchos creen que nosotros prohibimos el uso de fuegos artificiales, pero la campaña es para concientizar en la utilización de los de menor impacto sonoro”, explicó Silvia. Con agrado cuenta que notaron que  había menos puestos de ventas de pirotecnia que los años anteriores. Sin embargo, reconoce, que aún deben luchar con los puestos de venta clandestinos y los comercios que inconscientemente venden cohetes de años anteriores.

Verónica Pérez explicó que las crisis de los niños son muy fuertes, no paran de llorar porque no sólo les afecta lo auditivo sino también todos los sentidos, resultando muy difícil sacarlos de ese estado, “llegan a hacer agresiones a las personas que tratan de contenerlos o a realizarse autoagresiones”, explicó.

Ante la consulta de qué le faltó a la campaña para que sea efectiva en un cien por ciento, respondieron que todos los municipios deberían haberse involucrado en la concientización, porque “en capital no se escuchan tanto como en los barrios de otros lugares”.

Desde COMMA”, manifestamos nuestra solidaridad para con los niños que tienen Espectro Autista, los bebés, las personas mayores y los animales, quienes sufren del sistema de festejo  con altos niveles de sonoridad.

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