Cómo llegar “en forma” al verano

Falta menos para que el calorcito del verano nos obligue a usar ropa ligera. Y para usarla, saben, al menos las mujeres, que los “rollitos molestan”. COMMA se preguntó: qué hacer para llegar en forma al verano y además, cómo hacerlo. Para encontrar la respuesta le consulto a Fátima Abregú, profesora de Educación Física, Licenciada en Entrenamiento y propietaria de Arena Pilates GYM .

Para fijar una meta alcanzable de cara a la llegada del verano, es importante determinar de dónde parto inicialmente y adónde quiero llegar, “si yo quiero bajar unos kilitos o reducir levemente mi porcentaje de grasa corporal, seguramente 3 meses, haciendo ajuste de alimentación y un buen plan de entrenamiento, se podría llegar. Pero si yo quiero hacer grandes cambios en mi composición corporal ya va a ser un proceso a largo plazo que no se dará de una estación a otra, con total seguridad”, explicó la profesional.

Los especialistas siempre coinciden que el primer paso es tomar la decisión, para cualquier objetivo que uno se plantee, lo mismo pasa con el bienestar corporal, “ también se recomienda buscar los profesionales adecuados y después, que seguro es lo más difícil, es buscar la motivación para sostenerlo en el tiempo… decir por decir me pongo las pilas para el verano puede ayudar pero, lo mejor es pensar que estoy haciendo algo bueno para mí, y tratarlo de incorporar a la vida como un hábito; porque no solo me veré mejor, sino que me sentiré mejor. Quizás no se llegue a este verano como quisiera, pero no importa porque estoy haciendo algo bueno que me ayudará a avanzar para algo que busco”, dijo la profesora.

Sirve la actividad física sin dieta o dieta sin actividad física, le preguntó COMMA a Abregú, la experta respondió que “siempre va a ser mejor hacer algo que no hacer nada, sobre todo para la actividad física, porque si yo entreno pero como mal, seguramente será difícil que tenga resultados estéticos, pero al menos tendré los beneficios de la actividad física, por ejemplo para las articulaciones, para los músculos y demás”, sostuvo. Y agregó que siempre será mejor que estén los dos pilares y que uno esté en función del otro.

Bajar de peso tiene una sólo forma efectiva, dijo la especialista, y es “generar un déficit calórico, es decir que lo que yo ingiera sea menor de lo que gasto, o gastar más de lo que como. Para eso debo aumentar el gasto con actividad física, mejor si es incremento de fuerza, más que aeróbico o cardio, porque el incremento de fuerza me hará aumentar la masa muscular y me ayudará a perder grasa”.

En cuanto a dejar la pancita “chata”, señaló que no hay un ejercicio que haga bajar la grasa del abdomen,” vemos mucho en redes sociales las recomendaciones para marcar el abdomen… eso no es así, porque la grasa no se consume localizadamente. Por más que que yo haga abdominales, no estoy reduciendo el tejido graso de ahí. Se consume la fuente de energía que tengo más a mano en ese momento. Para bajar la panza hay que entrenar todo el cuerpo, entrenar todos los músculos, porque cuantos más músculos trabaje, más gasto calóricos lograré. Siempre acompañado de una alimentación adecuada”, dijo.

Si bien no es una profesional de la alimentación, considera que los entendidos en la materia coincidirían en decir que no es bueno hacer dieta estricta, sino incorporar buenos hábitos que se sostengan en lo largo del tiempo. “No comer menos y pasar hambre, sino comer mejor. Buscar alimentos de calidad”.

Como profesional sus mayores y mejores satisfacciones giran en torno a sus alumnos de pilates. “Es una gimnasia localizada y personalizada de bajo impacto, recomendada  a personas con distintas patologías y elegida por personas de la tercera edad. “Ver como logran mejorar radicalmente su calidad de vida teniendo menos dolor y más estabilidad es algo de lo más lindo que me pasa como profesional”, pronunció.

“La actividad física hay que incorporarla como un hábito de vida, no sirve hacer algo para llegar y luego abandonarlo. Debemos buscar el lugar y la actividad que me guste o por lo menos que sea capaz de hacerla, quizás 2 o 3 veces a la semana. El profesional tiene que hacernos sentir a gusto y que nos haga un seguimiento adecuado”, manifestó.

Culminó afirmando que no siempre será fácil pero hay que buscar la constancia. “No importa sino llegamos a este verano como queremos, quizás sea el otro. Lo importante es ir pasito a pasito mejorando. Seguro los resultados llegarán”.

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