Las frutas y verduras orgánicas son productos que se destacan por la forma en que han sido producidas. Existe lo que se conoce como agricultura convencional y agricultura orgánica; en este último caso se busca promover y encontrar el equilibrio y fortalecer la biodiversidad de un esquema productivo, disminuyendo a cero la aplicación de todos los productos químicos de síntesis existentes. El tratamiento para fertilizar este tipo de cultivos se denomina compostaje.
Ante este tipo de productos hay que tener en cuenta que deben estar certificadas; sin el sello orgánico no se puede asegurar de que sean orgánicas. Es relevante tener en cuenta esta señal porque, según dicen los expertos, hay un auge en el consumo de este tipo de productos.
Argentina está posicionada en el mundo como productores orgánicos, sin embargo al norte del país la variedad de productos que llegan es acotada. Existe en Tucumán, una empresa que hace el trabajo de identificar los productores y establecer canales de comercialización, encontrando un público receptivo a ese tipo de producto. “Trabajamos de manera responsable en la producción, comercialización y distribución minorista de frutas y verduras orgánicas. Se distinguen por su calidad, inocuidad y un servicio de atención al cliente, dando respuesta a reclamos que no se había visto antes en la provincia”, lo define Gonzalo Cerezo, director De Cajon, proyecto que sostiene la firma King Berry SA.. Y añade que el eje de su iniciativa es el consumo consciente y responsable.
La idea nace en el contexto pandémico, sin embargo hacía tiempo que tenía la intención de integrar la cadena de valor desde el productor hasta el consumidor final. “Nosotros identificamos una gran oportunidad en esto. La idea viene desde hace tiempo atrás, pero la necesidad de proteger a nuestra gente en medio de una pandemia, sobre todo los puestos laborales de los cuales desarrollamos, en este caso la producción, nos llevó a tener que darle una puesta en marcha de manera anticipada, y así llegamos a los consumidores finales”.
El objetivo Inicial de De Cajón es promover, a través de la actividad, la solución de algunas problemáticas. “Promovemos productos que sean realmente saludables y seguro para su consumo. Entendemos que la forma en que hoy accedemos a productos de negocios frutohortícolas está descuidada, sin ningún tipo de control y muchas veces presentando un riesgo muy grande”, explicó Cerezo.
Otra de las propuestas de esta firma es trabajar para la protección del medio ambiente. “Gran parte de nuestra distribución se hace en vehículos eléctricos, que tienen una menor huella de carbono, al mismo tiempo en el que promovemos iniciativas de reciclaje de puertas adentro de la empresa, buscando que nuestros clientes nos apoyen en esto de cultivar una nueva forma de hacer negocio de la mano de la economía circular”, añadió. La estrategia es buscar reducir al mínimo los materiales que utilizan en empaque, y así también reciclar todo lo posible; es decir, buscan reducir, reutilizar y finalmente reciclar. A su vez contemplan la huella de carbono en alimentos, “somos productores de hidroponía, y a través de esta técnica, lo que hacemos es reducir el consumo de agua y el impacto ambiental en las producciones que desarrollamos”, explicó.
“Promovemos el consumo de frutas y verduras orgánicas que ya son producidas con un menor impacto ambiental y que justamente tiene un diferencial en cuanto a calidad, en el sabor y otros atributos y dentro de todas estas iniciativas también impulsamos mucho el consumo de proximidad de alimentos de estación”.
En cuanto a la producción propia, De Cajón, cultivan arándanos orgánicos, con todas las certificaciones correspondientes. A su vez, durante el año, tienen diferentes productos. “Ahora nuestro producto estrella sin lugar a dudas es el arándano certificado orgánico, pero hemos tenidos peras, limón, mandarinas, naranjas y ajos”, contó el director de la firma.
Tendencia de consumo de productos orgánicos
Es una tendencia creciente no solo en Argentina sino en el mundo. Hay una necesidad real del consumidor de alimentarse como corresponde y de tolerar cada vez menos que el producto este contaminado con sustancias químicas no buenas para la salud. Argentina es uno de los países que tiene mayor cantidad de productos orgánicos certificado en el mundo. Segundo en el ranking mundial después de Australia. Mucho de estos productos se exporta y van a los mercados de consumo donde esta tendencia ya se ha convertido en parte del día a día y cada vez gana más cuota en el mercado, tanto en Europa como en Estados unidos. Pero como consumo interno se ve que cada vez hay más gente interesada en el tema, “nosotros recibimos muchísimas consultas y siempre estamos buscando aumentar la oferta y en la medida que nos sea posible ir reemplazando lo que tenemos de convencional, certificado en buenas practicas, por cultivo orgánico certificado”, dijo.
Ante una nueva tendencia del mercado, aparecen muchos productores que dicen ser productos orgánicos, sin embargo no lo son; generando esto un riesgo para la saludad de muchos. “En el caso de las frutas y verduras orgánicas, se las deben reconocer por un sello que van directamente sobre el producto que debe decir “Orgánico Argentina” y esa es la manera en que uno puede validar que el productor ha cumplido con toda la normativa orgánica y ha pasado por el proceso de auditoria y certificaciones”.
Marcando la diferencia
De Cajón marca la diferencia entre muchos productores ya que su servicio es diferencial. La firma se encarga de investigar al detalle y desarrollar las cadenas de proveedores que complementan su oferta. “Por un lado somos productores y ofrecemos nuestros productos por un canal comercial al consumidor final, pero lo que no podemos producir nosotros, por la zona, por ejemplo las manzanas o las peras, nosotros la compramos a productores que han certificado con buenas prácticas en agricultura en su campo, o que tienen su distinción por ser productos orgánicos certificados. En este sentido, no hay nadie más en Tucumán que esté desarrollando esta actividad de venta minorista con el profesionalismo que lo hacemos nosotros”, sentenció Gonzalo Cerezo.
Tratamiento en el cuidado y costo
El cuidado de este tipo de productos depende de la especie, se buscando el equilibrio en el ecosistema. Según el experto es muy sacrificado disponer de herramientas más limitadas para el control de plagas y enfermedades, pero una vez que el sistema se equilibra, se hace más fácil. Requiere mucha más mano de obra, conocimientos técnicos, y estar al pendiente de ver cómo evoluciona el sistema en el día a día.
En relación al valor económico de los productos orgánicos, comma” los cotejó y entiende que no hay un sobre valor de estos productos sobre los convencionales.