Día del Padre: la historia de un papá y sus tres hijos

Si buscamos en internet su significado, diversas plataformas te arrojarán el concepto de “es la expresión usada por los hijos para referirse al padre”. Pero si le preguntamos a un papá en particular, nos dirá que es la profesión donde prima el amor. Y es eso lo que siente Sebastián Lero, papá de Martu (20), Gusty (19) y Barty (1). “Es indescriptible”, agregó Sebastián en diálogo con COMMA.

Su profesión de padre comenzó a los 24 años cuando nació Martina, estaba tan “loco”, dijo, que cuando nació la revisaba para chequear que esté bien de salud. Al poco tiempo llegó Gustavo “lo esperaba mucho, porque quería un hijo varón”. Y cuando llegó Bartolomé, durante su segunda unión, la situación emocional de Sebastián se complicó “mis hijos mayores no me acompañaron en esta decisión, y si bien no pensaba tener otro hijo, Barty me sorprendió gratamente”, manifestó.

Con el paso del tiempo la situación familiar se va acomodando, “de a poco se van encontrando como hermanos, falta aún pero tengo la esperanza de que puedan aceptar la situación y apoyarse como buenos hermanos”.

Lero define los encuentros con ellos como “únicos. Porque la vida no nos jugó una buena pasada en lo emocional, entonces, trato de cada minuto cuente”, expresó. Y, haciendo una introspección Sebastián piensa en voz alta y lo comparte con COMMA, “a un papá, lo único que no le puede faltar es la comprensión para con sus hijos, sean grandes o pequeños”. Y si de mejores recuerdos hablamos, los de este papá están en las horas compartidas en el marco de su profesión, en tanto los de Barty son los recuerdos de sus primeros pasos.

Cualquier papá sabe que no poder brindar a sus niños las cosas básicas es intolerable, y eso le pasó a Sebastián cuando sus hijos mayores eran pequeños, “trabajé día y noche para comprar medicación para que puedan estar bien, como corresponde. Pero también la he pasado muy mal cuando ellos  dejaron de hablarme”.

Desde el rol de padre, dijo que su mayor deseo es reducir sus horas de trabajo para poder atenderlos más y que el mejor consejo que les puede dar es que sean buenas personas ante todo, y “que estudien, porque es el desarrollo de su propia vida”, sostuvo.

Lero no vive con sus hijos pero los ve cada vez que puede o cada vez que se lo “permiten”, y cuando está con ellos, aprovecha cada minuto para demostrarles y decirles cuanto es de grande el amor por ellos. A la pregunta de cuál sería el mejor regalo que puede recibir en este día del padre 2021, no lo dudó: “tenerlos a los tres juntos conmigo y que sean felices”.


Los nombres de esta nota, son ficticios por pedido del papá.

 

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