Cultivar el buen humor y fomentar la risa genera grandes beneficios para a salud. Por eso, diferentes especialidades médicas  han ido incorporando el humor en sus tratamientos. El buen sentido del humor puede reducir el dolor, mejorar el sistema inmunológico, endocrino, respiratorio.

Las personas son el único animal sobre la tierra con capacidad para el humor. Además se puede entrenar en el humor para poder actuar de manera diferente. Esto nos abre nuevas experiencias y posibilidades, nos influye a nivel conductual.

Cada vez son más las disciplinas sanitarias y educativas que incorporan el humor en sus prácticas habituales. Veamos sus efectos:

Pediatría: los niños superan o sobrellevan con mayor facilidad enfermedades o pruebas diagnósticas si se utiliza el humor, además son muy receptivos.

Cirugía: reduce el dolor.

Dolor crónico y enfermedades como cáncer o sida: proporciona mayor resistencia y manejo emocional.

Cuidados paliativos: mejora la calidad de vida de la persona en la última fase de la vida, para aceptar los límites y manejar el día a día de forma más tolerable. También ayuda en la despedida y duelo posterior de familiares.

Psicoterapia: Ayuda a reenfocar y crear opciones terapéuticas. Mejora el estado de ánimo y la sociabilidad.

Educación: ayuda en los procesos de aprendizaje.

En relación a las funciones psicológicas podemos decir que reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, libera endorfinas y adrenalina, reduce los niveles de cortisol, mejora la planificación y resolución de problemas, reduce los pensamientos negativos, fomenta la expresión emocional, lo que ayuda a comprenderse mejor a uno mismo y a los demás, aumenta la autoestima, y refuerza la creatividad y la imaginación.