Navidad y Año Nuevo con barbijos y distanciamiento social

A partir de la situación epidemiológica, y a recomendación de especialistas, las familias optaron por armar planes para Navidad y Año Nuevo menos multitudinarios y con medidas de seguridad.

Los infectólogos reiteraron que las reuniones sociales para las fiestas de fin de año deben ser al aire libre o en ambientes cerrados bien ventilados, con barbijo, respetando la distancia social y evitando compartir vasos y cubiertos, mientras que las familias evitarán ver parientes lejanos y tratarán de reducir la cantidad de gente en un mismo espacio.

Los especialistas insistieron sobre los cuidados sanitarios de la disposición oficial que rige hasta el momento en la mayor parte del país realizada por el Ministerio de Salud de la Nación que establece reuniones sociales de no más de 10 personas y al aire libre, con distanciamiento social y barbijo.

“Lo razonable sería mantenerse en grupos pequeños, obvio que depende mucho de las familias de cuánto es mucho o poco, todo va a ser muy artesanal y a criterio de cada uno. Preferentemente al aire libre, aunque por supuesto a veces no es factible para todos. Si es un lugar cerrado tiene que estar con ventanas abiertas, tratar no usar el aire acondicionado, que corra el aire”, dijo Lautaro De Vedia, infectólogo e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

Los  profesionales entienden que es importante evitar en estas reuniones cantar, gritar, bailar. Estas actividades favorecen la eliminación de microgotículas o aerosoles que pueden permanecer más tiempo en el aire y pueden producir un evento de contagio”, alertó la profesional.

“Los casos están en descenso, pero no nos tenemos que relajar. Es una realidad distinta ahora que en junio o julio. La cuestión climática ayuda, pero son momentos donde nos juntamos mucha gente entonces hay que seguir con las precauciones”, aseguró De Vedia.

Como balance de la pandemia en Argentina, el infectólogo opinó que “hubo muchos casos y se testeó poco, pero el lado positivo fue que los muchos casos fueron muy estirados en el tiempo, fue muy lento y paulatino, y eso permitió que el sistema de salud no se colapsara y se pueda atender a todo el mundo”.

“Tal vez la cuarentena fue víctima de su propio éxito. Venía muy bien al principio y no nos animamos a tocarla, faltó un poco más de audacia en algún momento. Lo digo particularmente por los chicos”, reconoció.



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