La iniciativa fue aprobada por unanimidad parlamentaria y la norma establece garantizar la formación integral en medio ambiente, con perspectiva en desarrollo sustentable para los trabajadores públicos. Toma el nombre de la tucumana Yolanda Ortíz, doctora en química y primera Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación, en la década del 70. La Ley 27.592, que fue aprobada a fines del año pasado en el Congreso de la Nación, pone especial énfasis en el cambio climático.

Tras la aprobación de la norma, serán los titulares de cada poder de la provincia los encargados de la aplicación y el control de la Ley, que alcanza a todos los niveles y jerarquías de la función pública, incluyendo comunas y entes autárquicos.

La capacitación deberá contar con información referida al cambio climático, a la protección de la biodiversidad y los ecosistemas; a la eficiencia energética y a las energías renovables; a la economía circular y al desarrollo sostenible; y la normativa ambiental vigente. Tras la adhesión a la norma, bajó un estruendoso aplauso de los palcos legislativos, donde se ubicaron especialistas, docentes, y grupos ambientalistas.

COMMA estuvo presente apoyando la iniciativa y acompañando a quienes bregan por la calidad ambiental. “Se abordó el tema de una manera muy adulta, todos los legisladores entendieron la necesidad de esta Ley. Es interesante que lleve el nombre de Yolanda Ortiz, porque ella fue quien promovió estas cuestiones ambientales, tenía ideas muy innovadoras para la época, y fue muy poco escuchada. En buena hora que llegó y que de alguna manera contribuya a sensibilizar a las personas”, dijo Martín Sirombra, profesor de la Facultad Miguel Lillo.

“Es importante la adhesión a esta Ley porque es necesario que los conocimientos ambientales se profundicen y que empiecen por las autoridades de toda la provincia. Porque las decisiones que tomen será fundamental para vivir mejor en la provincia”, dijo la abogada María Luz Ramayo, Secretaria General del Consorcio Público Metropolitano. Continuó afirmando que esta Ley debe ser promulgada y aplicada, porque los conocimientos ambientales son necesarios para todos los ámbitos.

Sumando a la idea de que es una Ley trascendental para el cuidado del medio ambiente María Paula Sánchez, del Taller Ambiental del Consorcio Público Metropolitano dijo que nos resta “generar más proyectos importantes, en donde participe toda la sociedad, y además que se pueda realizar una simbiosis, para ayudarnos y fomentar el cuidado ambiental”. Manifestó su idea de que Yolanda estaría feliz, “ya que trabajó mucho para esto. Lo menos que podemos hacer es seguir sus pasos, para que no lleguemos a una contaminación extrema, ya que nosotros dependemos del ambiente, no al revés. Hay que seguir trabajando para homenajearla siempre”, expuso a COMMA.

Por su parte Martín García Villanueva, joven empresario y activista ambiental dijo que esta adhesión a la Ley es “super importante” porque el Estado tiene la capacidad de generar muchísimos incentivos, de tipo fiscal y económico, “y es algo absolutamente necesario en el mundo lo que ya está pasando aquí en Tucumán”, explicó.

¿Quién fue Yolanda Ortíz?

Yolanda Ortíz, fallecida a los 95 años en 2019, fue la primera secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación y la primera mujer en ejercer ese cargo en Latinoamérica. La especialista tucumana vivió hasta los 18 años en la provincia y luego partió a Buenos Aires a realizar sus estudios universitarios. Realizó posgrados en Francia y Estados Unidos, países donde trabajó en las áreas de contaminación y toxicología industrial o contaminación por residuos de pesticidas. Tras más de 15 años de trayectoria, fue convocada a formar parte del gobierno nacional. Durante su mandato se creó el Consejo Federal del Medio Ambiente.

El profesor Martín Sirombra, fue amigo de Yolanda y la describió como una persona inquieta y con muchas ideas, siempre promoviendo  cuestiones ambientales y alentando a la interacción. “Ella decía que estos temas no se podían abordar solamente desde la botánica, biología o forestación, decía que había que vincularlo con las conductas y el ambiente social y estamos en ese camino”, dijo el profesor.